La localidad navarra de Isaba tal vez tenga menos fama que el archi-manido hayedo abetal de Irati de la vecina Ochagavia. Pero curiosamente es Isaba la localidad que mejor abre la puerta del otoño, cruce de caminos que conecta con los mejores rincones del pirineo navarro para conocer el auténtico otoño.
Según la Wikipedia Isaba es un municipio español de la Comunidad Foral de Navarra, situado en la merindad de Sangüesa, en la comarca de Roncal-Salazar, el valle de Roncal y a 94 km de la capital de la comunidad, Pamplona. Es el municipio de mayor población de los siete que forman el valle. Su población en 2012 fue de 507 habitantes.
Mi visión, después de años de visitas y estancias veraniegas y otoñales es algo distinta. Subida en un promontorio de estratégico cruce de caminos la historia ha querido que esta villa tenga carácter, una fuerza “magnética” diría yo… La verdad que no deja a ningún visitante indiferente, esa sensación del viajero se contagia en las conversaciones de los recién llegados, pero quien visita Isaba, repite, lo digo porque llevo haciéndolo casi 20 años.
Visitar el otoño…todo un aprendizaje
Quien viene de visita a Isaba suele ser por motivos variados, pero no hay que olvidar que en Otoño, “los novatos” suelen venir a visitar y conocer “La Selva de Irati” nombre con que se conoce a un extenso hayedo-abetal situado en la cabecera del río Irati, en los valles de Aezkoa y Salazar. Con sus 17.000 hectáreas, constituye uno de los bosques europeos más extensos y de mayor riqueza medioambiental. Vamos un poderoso imán de visitantes que últimamente se ve desbordado en fechas muy marcadas como pueden ser los fines de semana de otoño. Pero que si nunca lo has visitado, pues si…debes hacerlo… aunque hayedos abetales por aqui…hay muchos si, incluso algunos aunque no tan grandes igual de bellos